Denver, Colorado — Un operativo sanitario terminó en polémica y creciente indignación pública luego de que una presunta inspectora de salud fuera captada echando cloro directamente sobre los alimentos que preparaba un vendedor de Taco Tacolorado, un pequeño negocio familiar administrado por una familia latina radicada en la ciudad.
El incidente ocurrió durante un evento público en Denver, donde el vendedor fue notificado de una presunta infracción. Según testigos, la autoridad no solo procedió a imponer una multa, sino que además abrió una botella de cloro y vertió el químico sobre los ingredientes que el comerciante tenía preparados para la venta.
La acción, calificadas por muchos como excesiva e innecesaria, generó malestar inmediato entre quienes presenciaron la escena. En lugar de confiscar los productos o retirarlos de circulación —como es habitual en estos procedimientos— la presunta inspectora optó por destruirlos vertiendo un químico altamente tóxico, lo que ocasionó cuestionamientos sobre el protocolo utilizado.
En redes sociales, videos y fotografías del momento han provocado una ola de indignación. Decenas de usuarios denuncian un trato desproporcionado hacia pequeños negocios, especialmente aquellos operados por familias inmigrantes o de origen latino. Otros han exigido una investigación formal sobre la actuación de la funcionaria y una aclaración del departamento de salud local.
Hasta el momento, las autoridades de Denver no han emitido un comunicado oficial confirmando la identidad de la inspectora ni explicando los motivos detrás de la decisión. La familia afectada, visiblemente conmocionada, afirma que ha perdido mercancía y reputación en un evento donde buscaban promover su negocio.
La comunidad latina de Denver también ha expresado su preocupación, señalando que incidentes como este refuerzan la percepción de desigualdad en la aplicación de las normas sanitarias. Líderes comunitarios solicitan transparencia y revisión de los procedimientos para evitar acciones similares en el futuro.
El caso continúa generando debate público mientras se espera una respuesta oficial que aclare si se siguieron los protocolos establecidos y si la conducta de la presunta inspectora será investigada.
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