La enfermedad del beso: Mononucleosis



Virus de Epstein Barr: Es la causa más común de la mononucleosis infecciosa. A este virus también se le asocia con ciertas neoplasias como el linfoma de Burkitt africano, el carcinoma de nasofaringe indiferenciado y enfermedades linfoproliferativas. Datos epidemiológicos y serológicos sugieren la asociación entre el VEB y la enfermedad de Hodgkin, aunque la exacta contribución del virus al desarrollo de este tumor no es conocida. Está en investigación el papel que pueda desempeñar el VEB como cofactor en la patogénesis del cáncer de cuello uterino.

Transmisión: Se transmite principalmente por el intercambio de saliva: a través de besos, al beber del mismo vaso o de la misma botella, y al compartir comida o bebidas con otras personas. Aunque el tiempo durante el cual una persona con la enfermedad es contagiosa varía, las personas pueden ser contagiosas mientras tengan los síntomas (la fiebre normalmente cede en 10 días y tanto la inflamación de los linfonodos como la del bazo se curan en 4 semanas o en unos cuantos meses después). Asimismo, el virus puede vivir durante varias horas fuera del cuerpo.

La mononucleosis a menudo se propaga por medio de la saliva y el contacto cercano. Es conocida como la “enfermedad del beso” y se presenta con más frecuencia entre los adolescentes, sin embargo, la infección puede desarrollarse a cualquier edad. La mononucleosis puede comenzar lentamente con fatiga, dolor de cabeza y dolor de garganta que empeora lentamente,  las amígdalas se inflaman y desarrollan una cubierta blanca amarillenta. Los ganglios linfáticos del cuello también se inflaman y duelen.

Los síntomas de la mononucleosis son: somnolencia, fiebre, malestar general, cansancio, intranquilidad, inapetencia, dolores musculares, erupción cutánea, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el cuello y la axila. Durante un examen físico completo, el médico puede encontrar ganglios linfáticos inflamados, en la parte frontal y posterior del cuello, al igual que las amígdalas inflamadas, con una cubierta amarilla blancuzca. El médico también podría sentir inflamación del hígado al presionar sobre el vientre y se puede presentar  una erupción cutánea.

El análisis de la sangre a menudo revela un conteo de glóbulos blancos más alto de lo normal. Los linfocitos atípicos y las pruebas anormales de la función hepática son un signo distintivo de esta enfermedad. Para aliviar los síntomas típicos se recomienda: tomar mucho líquido, hacer gargarismos de agua caliente con sal para aliviar la irritación de la garganta, descanso, así como tomar ibuprofeno para el dolor y la fiebre

La fiebre normalmente cede en 10 días. La fatiga usualmente desaparece en unas cuantas semanas, pero puede persistir por 2 ó 3 meses. Las complicaciones pueden ser: muerte en personas con sistema inmunitario muy debilitado, anemia hemolítica, hepatitis con ictericia (más común en pacientes mayores de 35 años), inflamación de los testículos, complicaciones neurológicas (en casos muy raros), síndrome de Guillain-Barré, meningitis, crisis epilépticas, parálisis facial temporal ( parálisis de Bell) o movimientos descoordinados, infección bacteriana secundaria de la garganta y ruptura del bazo (muy raro).

Tratamiento: En la gran mayoría de los casos, no se necesita otro tratamiento diferente al reposo, la ingesta abundante de líquidos y la toma de ibuprofeno o paracetamol u otro agente antipirético para disminuir la fiebre. El virus se elimina espontáneamente y los síntomas desaparecen generalmente en el plazo de cuatro semanas. En casos raros e infecciones graves pueden utilizarse algunos fármacos antivirales como el valaciclovir que podría ser de utilidad según algunos estudios, aunque no es en absoluto un medicamento que deba emplearse de forma generalizada.

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