En una investigación elaborada en la Universidad de Duke y el Instituto Wellness de Cleveland y Kinsey. Arroja como resultado que el placer que se obtiene de las relaciones sexuales es lo que alarga la vida. Cuando se tiene un orgasmo, el torrente sanguíneo se llena de oxitoxina y dehidropiandrosterona. Estas hormonas favorecen la sensación de pertenencia, reducen el estrés, evitan la depresión y reducen el riesgo de un ataque del corazón. Todo esto hace que nuestra calidad de vida mejore y nos sintamos satisfechos con nosotros mismos.
Para obtener estos resultados, los investigadores evaluaron el estado de salud de personas que mantenían una vida sexual activa y otras que no. Luego de un lapso de un tiempo, se compararon los resultados. Las personas que experimentaban orgasmos con frecuencia estaban más saludables y habían envejecido meno.
Publicar un comentario