El ternero gordo
Un hombre sacrificó un ternero gordo, encendió la parrilla y le dijo a su hija: ''Hija, llama a nuestros seres queridos y vecinos para que coman con nosotros ...". Su hija salió a la calle y gritó: "¡Ayúdenos a apagar un incendio en la casa de mi papá!". Por unos momentos salió un grupo de personas y el resto actuó como si no hubiera escuchado. La gente que vino comió y bebió hasta hincharse. El padre se volvió hacia su aturdida hija y le dijo: "Las personas que vinieron no las conozco y nunca las había visto antes, entonces, ¿dónde están nuestros seres queridos, familiares y compañeros?". La hija dijo: " Los que salieron de sus casas vinieron a ayudarnos a apagar un incendio en nuestra casa y no para la fiesta, ya que estos son los que merecen generosidad y hospitalidad”. Conclusión: Quien no se encuentre a tu lado medalaganariamente en un momento de angustia, no lo llames amigo, hermano o familiar... Porque esos son los que se ríen de ti en