Un gesto histórico en la Casa Blanca: Canciller alemán entrega a Donald Trump el certificado de nacimiento de su abuelo

En una visita oficial cargada de simbolismo, el canciller alemán Friedrich Merz fue recibido este viernes 6 de junio de 2025 en la Casa Blanca por el expresidente y actual candidato republicano Donald J. Trump. Durante el encuentro, Merz sorprendió a Trump al entregarle una copia enmarcada del certificado de nacimiento de su abuelo paterno, Frederick Trump, nacido en 1869 en Kallstadt, en lo que hoy es Alemania.

El emotivo obsequio generó una respuesta cálida por parte del expresidente estadounidense, quien describió el documento como “precioso” y aseguró que buscará “un lugar prominente en el Despacho Oval” para exhibirlo. “Este documento tiene un profundo valor familiar y simbólico para mí”, afirmó Trump, agradecido por el gesto.

La entrega del certificado no solo fue un detalle personal, sino también una herramienta diplomática que conectó el pasado migrante de Trump con la Europa contemporánea. Merz subrayó que el propósito del obsequio era recordar los vínculos históricos entre Alemania y Estados Unidos, así como la importancia de mantener el diálogo transatlántico en tiempos de desafíos globales.

Durante la reunión, ambos líderes abordaron temas clave de la agenda internacional, incluyendo la guerra en Ucrania. Merz insistió en que Trump, de regresar al poder, podría jugar un papel esencial en impulsar la paz presionando diplomáticamente al gobierno ruso. También recordó el legado de cooperación entre ambas naciones durante la Segunda Guerra Mundial, con motivo del 81.º aniversario del Día D.

“La historia nos une y nos recuerda que la paz y la libertad nunca deben darse por sentadas”, dijo Merz.

El gesto del canciller fue interpretado por analistas como un intento de reforzar los lazos personales con Trump, quien ha mostrado en múltiples ocasiones interés por sus raíces alemanas, pero también como una manera sutil de recordar sus orígenes migrantes, en medio de una retórica política que muchas veces ha sido cuestionada por su tono restrictivo hacia la inmigración.

Este encuentro refuerza el papel que la historia personal puede jugar en la diplomacia moderna, abriendo la puerta a una posible nueva etapa de diálogo entre Alemania y Estados Unidos.

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