Un Llamado Urgente al Pueblo Estadounidense: Evitemos Que Donald Trump Modifique la Constitución


Por el futuro de nuestra democracia, debemos actuar ahora.

En los últimos meses, han salido a la luz nuevas investigaciones y testimonios alarmantes que apuntan a los esfuerzos continuos del expresidente Donald J. Trump por socavar las bases constitucionales de los Estados Unidos. Desde su negativa a aceptar los resultados de las elecciones de 2020 hasta los intentos de interferencia con el Departamento de Justicia y la presión sobre funcionarios electorales, queda claro que su visión de poder personal no conoce límites constitucionales.

Ahora, Trump y algunos de sus aliados han insinuado abiertamente su deseo de reformar aspectos fundamentales de la Constitución, particularmente aquellos que limitan el poder presidencial, los controles institucionales y los derechos civiles. En palabras y acciones, ha demostrado desprecio por la separación de poderes, el estado de derecho y las normas que garantizan una república libre.

La amenaza no es hipotética. Es real.

Los testimonios recogidos por el Comité del 6 de enero, así como declaraciones recientes de exfuncionarios de su propia administración, revelan una intención clara: utilizar un eventual retorno al poder para reconfigurar las estructuras constitucionales que él considera un obstáculo.

Esto no es un debate político ordinario. Es un llamado a todos los ciudadanos, sin importar afiliación partidaria, a proteger la democracia misma. Ningún líder —ni Trump ni nadie— debería tener el poder de reescribir las reglas fundamentales del país para su propio beneficio.

Hacemos un llamado a todos los Estados de la Unión.

Desde Maine hasta California, desde Alaska hasta Florida: este es un momento de definición. Los legisladores estatales, los gobernadores, los fiscales generales, los tribunales y sobre todo los ciudadanos deben estar atentos. Cada acción cuenta. Cada voz importa.

Instamos a los votantes a:

  • Rechazar cualquier intento de convocatoria de una convención constitucional que pueda ser utilizada para desmantelar derechos fundamentales.

  • Denunciar públicamente cualquier propuesta o acción que busque alterar los límites constitucionales del poder ejecutivo.

  • Exigir responsabilidad legal para quienes intentaron alterar los resultados electorales mediante medios fraudulentos o coercitivos.

  • Participar activamente en las elecciones locales, estatales y federales, para garantizar que quienes ocupan cargos públicos estén comprometidos con la Constitución.

La Constitución de los Estados Unidos es más que un documento. Es el contrato sagrado entre el pueblo y su gobierno.

La historia nos juzgará por cómo respondimos en este momento. El pueblo estadounidense tiene el poder —y el deber— de defender su democracia. No permitamos que la ambición personal de un individuo ponga en riesgo casi 250 años de libertades duramente ganadas.

La Constitución se defiende con acción, con verdad y con unidad.

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