EE. UU. sale del grupo de los pasaportes más poderosos del mundo por primera vez en su historia



Washington D. C., 15 de octubre de 2025.- Por primera vez desde que se publica el índice internacional de movilidad de Henley & Partners, Estados Unidos ha quedado fuera del “top 10” de los pasaportes más fuertes del planeta. El documento estadounidense pasó del décimo al duodécimo puesto, compartiendo posición con Malasia.


Un indicador que mide la libertad de viaje

El ranking, elaborado con base en los datos de tráfico aéreo y requisitos migratorios de más de 220 destinos, evalúa cuántos países permiten el ingreso sin necesidad de visa a los portadores de cada pasaporte.

En la edición más reciente, los ciudadanos de EE. UU. pueden acceder sin visado previo a 180 naciones o territorios, una cifra que, aunque alta, se ha visto superada por los acuerdos diplomáticos y de libre tránsito de países europeos y asiáticos, que han ampliado significativamente sus privilegios de entrada.


Las causas del retroceso

El descenso estadounidense ha sido atribuido a una pérdida de reciprocidad diplomática y al endurecimiento de políticas migratorias aplicadas durante los últimos años. Diversas naciones que anteriormente mantenían acuerdos de libre acceso con Estados Unidos han decidido reintroducir requisitos de visado como respuesta a restricciones impuestas desde Washington.

Entre los cambios más relevantes figuran Brasil, China, Papúa Nueva Guinea, Myanmar, Somalia y Vietnam, que en los últimos meses modificaron sus condiciones de entrada para los ciudadanos norteamericanos.

A esto se suma la percepción internacional de una política migratoria cada vez más cerrada y menos cooperativa, que ha reducido la confianza en la reciprocidad de acuerdos bilaterales.


El contexto internacional

Mientras tanto, países como Japón, Singapur, España, Alemania y Corea del Sur continúan dominando los primeros lugares, con acceso sin visa a más de 190 destinos. Su éxito se basa en estrategias diplomáticas sostenidas, políticas migratorias flexibles y acuerdos multilaterales que facilitan la movilidad global.

Estados Unidos, en cambio, parece haber entrado en una fase de repliegue en materia de apertura migratoria, lo que podría tener consecuencias tanto en el turismo como en los negocios internacionales y la percepción de su poder global.


Un símbolo del momento político

Para los analistas, este cambio tiene un peso más simbólico que práctico, pero refleja una tendencia de debilitamiento del liderazgo diplomático estadounidense en temas de movilidad internacional.

Aunque la diferencia entre el décimo y el duodécimo lugar no altera sustancialmente la experiencia de viaje de los ciudadanos, sí marca un punto de inflexión histórico: por primera vez, el pasaporte estadounidense ya no figura entre los diez más poderosos del planeta.

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